Un herpes labial es el síntoma de una infección en curso. Por lo general, se repite en la misma área, pero no hay un tiempo establecido en el que aparecerá. Antes de que aparezca la llaga, la mayoría de las personas experimenta comezón u hormigueo. Luego, el brote se producirá como un grupo de pequeñas ampollas. Algunas personas experimentan dolor, ardor o sensibilidad en el área. Eventualmente, las ampollas se romperán y la infección desaparecerá.
Los primeros dos o tres días después de un brote de herpes labial estarán llenos de dolor, y el 85 % de las personas experimentan esto durante los primeros días. A medida que avanza la infección, aparecerán grupos de ampollas rojas llenas de líquido en el labio. Estas ampollas son el resultado de la multiplicación del virus y la lucha del cuerpo, y no deben ser motivo de alarma. Una vez que se hayan formado estas ampollas, serán difíciles de tratar.
La duración de un brote de herpes labial es variable. Algunas personas experimentan una duración más corta que otras. Lo más importante es evitar la exposición prolongada a la luz solar. Si no puede evitar el contacto directo con la llaga, no debe compartir objetos con ella. También debe evitar besar y abrazar a personas con herpes labial. Además, no use medicamentos que puedan empeorar su condición. Si ya ha comenzado el tratamiento, el siguiente paso es tomar medidas de precaución y hacerse revisar.
Aunque el herpes labial no se puede curar, es posible prevenirlo. Una cura simple disminuirá la severidad de los síntomas y disminuirá el número de brotes. Sin embargo, es importante recordar que, a pesar de lo efectivas que son las cremas antivirales, no funcionarán si no comienza el tratamiento de inmediato. En cambio, debes mantenerte limpio y evitar tocar la superficie de la llaga. Es mejor quedarse en casa si sufre de herpes labial.
No se puede evitar que se desarrolle un herpes labial. Pero puede controlar la cantidad de brotes evitando los factores desencadenantes y previniendo más infecciones. Siguiendo estas sencillas pautas, puede evitar que se repita un brote de herpes labial. También es vital saber cómo evitar la propagación del virus y limitar la frecuencia de sus brotes. Las causas más comunes de un herpes labial son el estrés, el consumo excesivo de alcohol y una dieta deficiente.
Nunca debe tocar su herpes labial si está embarazada o amamantando. El sistema inmunológico del bebé es demasiado inmaduro para combatir el virus. Si estás embarazada, es fundamental alejarte de los espacios públicos y quedarte en casa. La única forma de evitar que regrese un herpes labial es evitar que se propague. Si tiene un herpes labial, debe tratar de obtenerlo lo antes posible. Si tiene un brote de herpes labial, lo mejor es buscar el consejo médico de un dentista o proveedor de atención médica.
Los primeros dos días después de un brote de herpes son la fase más incómoda y vergonzosa para una persona. Aproximadamente el 85% de los pacientes desarrollan síntomas alrededor de los labios en los primeros días. Los próximos dos días son un período de dolor, hinchazón e incomodidad. La mayoría de estos síntomas desaparecerán después de los primeros días. Pasaremos los próximos días en la cama evitando el sol y poniéndonos protector solar. Cuando las úlceras son dolorosas, Health Brands Shop se pueden recomendar medicamentos.
El herpes generalmente es causado por el HSV, un virus que causa úlceras. Un brote de herpes puede causar enrojecimiento y fiebre. Es importante lavarse las manos regularmente para prevenir el herpes labial. La aspirina también puede ayudar con el dolor. Si tiene herpes, debe evitar besar a los bebés o usar un chupete. Un baño tibio y limpio puede ayudar a aliviar el dolor.
El tratamiento del herpes debe iniciarse lo antes posible después de que ocurra un brote. Se pueden aplicar anestésicos locales, incluido el ibuprofeno, en el área afectada. Si está expuesto al sol, use protector solar y bálsamo labial con SPF 30 para protegerse de las quemaduras solares. Debes evitar los alimentos ácidos ya que pueden agravar el dolor. Una buena oferta debe basarse en sus necesidades y preferencias personales.